Muralla urbana de Beas de Segura

Introducción

Beas de Segura, enclavada en la zona occidental de la Sierra de Segura, ha sido testigo de una rica historia que se remonta a la Edad Media.

En aquellos tiempos, esta localidad contaba con una fortaleza que incorporaba un complejo sistema defensivo, aunque en la actualidad solo podemos vislumbrar escasos vestigios de sus murallas.

Datos históricos

El legado histórico de Beas de Segura se remonta al siglo IX, cuando los musulmanes erigieron una impresionante fortaleza, similar a una alcazaba, que se convertiría en un elemento central para la configuración de la ciudad.

Esta fortaleza tenía un propósito estratégico importante, ya que formaba parte de la red militar del reino nazarí de Granada en la frontera con el reino cristiano.

En 1234, Beas de Segura fue conquistada por Fernando III de Castilla, quien la entregó inicialmente a don Juan, Obispo de Osma, junto con su castillo y territorio. Sin embargo, en 1239, la localidad pasó a manos de la Orden Militar de Santiago, lo que marcó un cambio significativo en su historia.

En ese momento, Beas comenzó a funcionar como una Encomienda.

La Orden de Santiago asumió la responsabilidad de fortalecer el sistema defensivo de Beas de Segura, ya que las amenazas de inestabilidad y revueltas ponían en peligro las tierras recién conquistadas.

Estas mejoras en las defensas eran esenciales para garantizar la seguridad de la población y la estabilidad en la región.

En el año 1750, el Consejo de Órdenes Militares tomó la decisión de derribar la muralla que se encontraba en la frontera de Beas de Segura, en el área conocida como la Villa Vieja, junto con un fuerte que contaba con cuatro torres almenadas adosadas. Este acto marcó el final de una era en la que las murallas eran un componente esencial de la defensa y seguridad de la ciudad.

La muralla

La antigua fortaleza medieval de Beas de Segura estaba organizada en torno a tres anillos amurallados bien diferenciados, cada uno con su función específica:

Primer Anillo - Alcázar del Castillo: Este primer anillo estaba compuesto por el alcázar del castillo, situado en la parte más elevada del promontorio rocoso. 

En su flanco norte, se encontraban las murallas de la alcazaba. Según la Relación Topográficas de Felipe II del año 1575, el castillo de la Villa de Beas contaba con dos torres en su parte norte y dos puertas de entrada. La entrada occidental contaba con un foso que servía como defensa adicional para el castillo.

En el centro del alcázar, se extendía un amplio patio de armas que incluía un aljibe para el suministro de agua.

Segundo Anillo - Muralla de la Alcazaba: El segundo anillo estaba formado por la propia muralla de la alcazaba, que incluía cuatro torres defensivas.

Esta muralla seguía perfectamente la topografía del terreno y se adaptaba al promontorio rocoso sobre el cual se asentaba la fortaleza.

Tercer Anillo - Barbacanas y Antemuros: El tercer anillo consistía en barbacanas y antemuros que proporcionaban una protección adicional en un nivel inferior, resguardando las zonas más vulnerables de la fortaleza.

Las descripciones históricas indican que toda la estructura era de origen musulmán y estaba construida principalmente en buen tapial de calicanto. A lo largo de los años, los restauradores cristianos realizaron numerosas reparaciones en estas construcciones, lo que refleja la influencia y la continuidad de la arquitectura musulmana en la región.

Hoy en día, los únicos vestigios que quedan del antiguo castillo de Beas de Segura son algunas porciones de murallas en el flanco norte, junto con sus torres, incluida la conocida Torre del Reloj, que presenta restos de una espadaña y una puerta falsa.

Estos restos históricos, que alguna vez formaron parte de la estructura defensiva de la ciudad, lamentablemente se encuentran eclipsados por las edificaciones modernas del barrio de la Villa Vieja de Beas de Segura.

Fotos del Muralla urbana de Beas de Segura