Castillo de Trovador Macías

Introducción

El Castillo de Arjonilla, ubicado estratégicamente a medio camino entre Arjona y Andújar, se erige como un testigo silencioso de la historia en la provincia de Jaén. Situado en la ruta que conecta Andújar con Porcuna, este castillo domina una comarca de gran fertilidad y riqueza histórica.

Aunque este castillo no es conocido por hazañas bélicas famosas que tuvieron lugar en sus muros, su notoriedad se debe a un acontecimiento romántico que tuvo lugar en su torre.

Fue allí donde estuvo prisionero Macías, apodado "el Enamorado", cuyo trágico amor inspiró obras literarias de autores tan destacados como Juan de Mena, Lope de Vega y Mariano José de Larra.

La historia del Castillo de Arjonilla, aunque no repleta de batallas épicas, encierra un encanto especial ligado al romance y la pasión.

Este castillo es un recordatorio tangible de la intersección entre la historia y la literatura, donde la realidad y la ficción se funden para crear una narrativa única en la rica herencia cultural de Jaén.

Datos históricos

El Castillo de Arjonilla, un testigo de las transformaciones históricas en la provincia de Jaén, ha experimentado un notable proceso de evolución a lo largo de los siglos.

Sus primeras defensas se remontan al siglo XII, cuando los almohades construyeron un pequeño recinto fortificado con torres para proteger la alquería de campesinos y sus fértiles tierras de la amenaza cristiana.

La conquista de Arjona por Fernando III en 1244 incorporó el término de Arjonilla a esta ciudad, aunque hubo excepciones temporales, como cuando el rey Sancho IV convirtió a Arjonilla en señorío en 1282 y la cedió al arcediano de Úbeda. Sin embargo, en 1293, esta villa regresó a manos de Arjona, manteniendo esta dependencia hasta que Felipe II otorgó a Arjonilla el estatus de villa en la segunda mitad del siglo XVI.

Fue en el siglo XIII cuando los cristianos comenzaron a dar forma de castillo al recinto defensivo de Arjonilla. En el siglo XV, el rey Juan II entregó el castillo y la localidad a la Orden de Calatrava, quienes se comprometieron a repoblarla y restaurar sus estructuras.

En el siglo XVI, el castillo de Arjonilla sufrió transformaciones significativas. Se convirtió en un cementerio y albergó la ermita de Santa Catalina en su interior. En el siglo XVII, se derribó parte del muro sur para unirlo al palacio del marqués Viudo de la Merced. A finales del siglo XIX, Manuel Vicente Parras adquirió y restauró este castillo.

Hoy en día, el Castillo de Arjonilla es propiedad municipal y ha cumplido diversas funciones a lo largo de su historia, incluyendo la de colegio en el pasado. Su evolución refleja la riqueza y diversidad de la historia de Jaén y su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de las comunidades que lo han ocupado.

El castillo

El Castillo de Arjonilla, una joya de la arquitectura medieval en la provincia de Jaén, se distingue por su singular estructura y características arquitectónicas.

La construcción del castillo, realizada en mampostería cristiana, se asienta sobre un polígono irregular. En tres de sus esquinas se erigen pequeñas torres circulares macizas, evidenciando la atención a la defensa en su diseño original.

Los muros del castillo cuentan con adarves y almenas, cuyos restos aún se conservan como testigos mudos de su pasado defensivo.

El elemento más destacado y característico del Castillo de Arjonilla es su torre, construida por los cristianos en el siglo XIII. Esta torre es única en su diseño y estructura, ya que en ella convergen tres tramos de murallas.

Aunque la torre no es de gran tamaño, posee una planta cuadrada de cinco metros y medio de lado y alcanza una altura de diecisiete metros.

Su construcción se realizó principalmente con sillarejo, empleándose sillares y ladrillos para resaltar ciertos detalles arquitectónicos. La torre consta de dos niveles superpuestos, ambos cubiertos con bóvedas.

En el siglo XV, se añadió una amplia ventana en el piso superior de la torre. El acceso al piso inferior, que hoy en día se encuentra casi a nivel del suelo, se efectuaba a través de un arco de medio punto de ladrillo.

Para el nivel superior, se utilizaba un arco similar, pero esta vez con dovelas de piedra, dejando solo un estrecho postigo.

En el lado norte de la torre, se encuentra una puerta con un arco apuntado de ladrillo y una entrada en forma de codo.

Es posible que el castillo haya tenido otra torre del Homenaje de mayores dimensiones en el pasado, destinada al almacenamiento y la residencia de los señores del castillo, aunque esta estructura ya no se conserva en la actualidad.

El Castillo de Arjonilla, con su diseño inusual y su historia rica, es un testimonio valioso de la arquitectura medieval en la provincia de Jaén.

Leyendas

La historia del Trovador Macías y doña Elvira

El Castillo de Arjonilla, aunque no se destaca por hazañas bélicas, ha sido escenario de una trágica historia de amor que ha perdurado a lo largo de los siglos.

A principios del siglo XV, un joven trovador gallego llamado Macías se encontraba profundamente enamorado de doña Elvira, una dama emparentada con el maestre de Calatrava, don Enrique de Aragón, quien también era el marqués de Villena y el protector de Macías, el músico y poeta.

La historia se complica cuando los marqueses de Villena se trasladaron a Jaén y, al mismo tiempo, enviaron a Macías a luchar en una contienda contra sus enemigos castellanos.

Durante la ausencia de Macías, un hidalgo de Porcuna llamado Hernán Pérez de Vadillo se enamoró de la hermosa Elvira, aunque su amor no fue correspondido.

La trama se complica aún más cuando doña María de Albornoz, esposa de don Enrique de Aragón, urde un plan maestro.

Mintiendo a Elvira, le informa falsamente que Macías había perdido la vida en la batalla y logra convencer a su esposo para que la obligue a casarse con el apasionado Hernán Pérez de Vadillo, a pesar de que Elvira no lo amaba.

La sorpresa y la tragedia llegaron cuando Macías regresó y, sin conocer la nueva situación, continuó cortejando a la dama.

Cuando Hernán Pérez se enteró de esto, informó al marqués de Villena, quien prohibió a Macías que continuara persiguiendo el amor de doña Elvira. Ante la negativa de Macías a acatar la orden, el marqués lo encerró en la torre del castillo.

En ese oscuro confinamiento, el melancólico trovador suspiraba por el amor de doña Elvira y le dedicaba tristes poemas.

Sin embargo, esta historia de amor trágica y celos desencadenaría un desenlace fatal. El celoso esposo, Hernán Pérez de Vadillo, acabó con la vida de Macías arrojándole una lanza desde el tejado de la torre.

Esta desgarradora historia de amor y celos ha perdurado en la memoria del Castillo de Arjonilla y ha inspirado a poetas y escritores a lo largo de los siglos, convirtiéndola en una parte integral de su rica historia.

Acceso

El castillo es visitable. Es necesario reservar a través de la Casa de la Cultura de Arjonilla en el 953 52 04 10 o en la Avenida de Andalucía nº 13 de Arjonilla.

Fotos del Castillo de Trovador Macías