Castillo Nuevo de Bedmar

La localidad de Bedmar se sitúa en la zona noreste de Sierra Mágina. Hasta 1975 las localidades de Bedmar y Garcíez eran independientes, en cambio, a partir de ese año se considera una sola comarca.

Datos históricos del Castillo de Bedmar

Época Musulmana

El origen de Bedmar se remonta al siglo IX. En este periodo, la población se ubicó en “la cueva”, en árabe al-Matmar. Esta, se encontraba adosada a la roca a una altura de veinte metros.

Fue allí donde la familia muladí de los Banu Hábil se rebeló contra el Emirato, creando una situación de inestabilidad que perdurará hasta principios del siglo X, cuando la familia muladí fue derrotada por Abn al-Rahman III.

A partir del mandato califal, la cueva fue protegida por un parapeto y se construyó un aljibe en su interior. A su vez, fue integrada en el conjunto fortificado de la parte alta, mediante lienzos de muralla, y fue empleada a modo almacén y refugio defensivo.

El castillo Viejo de Bedmar, llamado en árabe al-Manzur, o El Mirador, se construyó sobre un desnivel situado cerca del poblado. Fue construido como una prolongación de las rocas y se le dotó de un aljibe. Durante los siglos XI y XII, los musulmanes levantaron una muralla a su alrededor, lo reforzaron con mampostería y construyeron un torreón para protegerlo.

Reconquista

En el año 1227 Fernando III conquistó Bedmar. Sin embargo, pronto volvió a manos musulmanas hasta que finalmente, en 1231, el castillo de Bedmar fue ocupado por don Martín Sánchez de Bedmar, a quien Fernando III le donó Bedmar como señorío en señal de recompensa por su actuación.

Durante el siglo XII, los conquistadores cristianos incorporaron mejoras en la fortificación. A pesar de ello, en  el año 1303, Mohamad III ocupó Bedmar. Pocos años más tarde, en 1309, Fernando IV llevaría a cabo el cerco de Algeciras, el cual desembocaría en la firma de la paz y Granada devolvió los castillos que había tomado en su ofensiva años antes, entre los que figuraba Bedmar.

Fernando IV cedió el castillo a la Orden de Santiago, bajo la orden de crear la Encomienda de Bedmar y Albanchez. Esto hizo que Bedmar adquiriera una enorme importancia estratégica como tierra fronteriza durante la guerra con el reino nazarí de Granada.

En 1407 Mohamad VII protagonizó  un nuevo asalto al castillo. Los nazaríes incendiaron la construcción y dieron muerte a su alcaide. Además, se llevaron como prisioneras a dos de sus hijas, una de las cuales acabó casándose con un rey moro.

Estos sucesos evidenciaron que el Castillo Viejo no estaba a la altura para realizar la importante misión que tenía Bedmar de guardar una de las principales vías de comunicación entre  el territorio cristiano y el musulmán.

Por este motivo, se abandonó la fortaleza, y se inició, en el año 1411, bajo la Orden de Santiago, la construcción de un nuevo castillo que se adecuara al papel defensivo de Bedmar. Después de esta remodelación, varios ataques granadinos fracasaron.

Siglo XVI

Bedmar estuvo bajo dominio de La Orden de Santiago hasta su venta en 1563. Felipe II la vendió a don Alonso de la Cueva. Su sucesor, Felipe III, otorgaría el título de marquesado a don Alonso. En esta época, la fortaleza ya estaba descuidada.

Siglo XX y Acctualidad

En el año 1973, fue adquirido por un particular que lo mantuvo en el estado de abandono del que ya venía siglos atrás. El 22 de junio de 1993, fue declarado Bien de Interés Cultural.

En el año 2017, el castillo pasó de manos privadas a ser propiedad del ayuntamiento de la localida. En 2018, se iniciaron por primera vez en su historia excavaciones en el recinto.

El castillo Nuevo

El Castillo Nuevo de Bedmar se alza en la superficie de un peñasco alargado, integrándose perfectamente en este.

El castillo está delimitado por muros que permiten su defensa, aunque la  construcción de torreones no es necesaria por la situación del castillo. Es por ello que la fortaleza solo posee un torreón cilíndrico.

Alcazarejo

El alcazarejo se localiza en el extremo este del recinto. La entrada del alcazarejo es de grandes dimensiones, después de atravesar una pequeña entrada, se accede a un pasaje en cuesta que lleva hasta las dependencias del castillo, salvando de esta forma el desnivel entre el recinto exterior y el alcazarejo.

Castillo Viejo

Quedan numerosos restos del Castillo Viejo de Bedmar, como por ejemplo los muros del Castillo Viejo, que más tarde fueron forrados de mampostería. Pegado a la pared rocosa, se encuentran los restos de un aljibe el cual era alimentado por la lluvia caída sobre los muros rocosos. Además de esto, el castillo Viejo también contaba con un amplio sistema de grutas, aprovechando una cueva natural.

Acceso

Actualmente, se puede acceder al castillo de manera libre y gratuita

Fotos del Castillo Nuevo de Bedmar