Torre del Cascante

La torre

A finales del siglo XV, la fortaleza de la Mota, ubicada en un lugar fronterizo de gran relevancia y estratégico ante Granada, se vio rodeada por un conjunto significativo de torres ópticas.

Estas torres, distribuidas a distancias que oscilaban entre tres y ocho kilómetros de las murallas de la Mota, se encontraban espaciadas entre sí a aproximadamente dos kilómetros.

De las quince torres que originalmente vigilaban el territorio circundante de la Mota, al menos doce de ellas han llegado hasta nuestros días en un estado de conservación notorio.

Algunas de estas torres fueron erigidas por los árabes para establecer una conexión entre Alcalá y territorio granadino, mientras que las que se dirigían hacia el norte fueron construidas por los cristianos.

Una de estas últimas es la imponente Torre del Cascante, situada en la cima del cerro que comparte su nombre y que controlaba el antiguo camino de Frailes, al sureste de Alcalá la Real.

La Torre del Cascante se distingue por su estructura cilíndrica construida en sillería, alcanzando una altura aproximada de trece metros. En la base de la torre, se aprecia un reforzamiento de forma troncocónica que aumenta considerablemente su perímetro en comparación con otras torres cercanas.

La entrada a la torre se encuentra en una posición elevada y se accedía a ella mediante troncos de madera dispuestos horizontalmente e incrustados en la estructura de la torre, formando una suerte de escalera de caracol exterior.

La Torre del Cascante consta de dos cuerpos bien definidos.

El primer cuerpo es sólido, mientras que el segundo se presenta como un piso habitable cubierto por una cúpula de media naranja.

Desde este nivel, parte una escalera que conduce a la terraza, que a su vez está coronada por matacanes. En el remate de la torre, se observan canecillos medievales dispuestos en forma de balconada circular, lo que permitía una máxima visibilidad desde el edificio.

En el centro de la terraza, se encontraba un poyete que sostenía el hornillo de las ahumadas.

Este dispositivo se encendía cuando se detectaba algún tipo de amenaza, emitiendo así una señal a la torre más cercana. De manera sucesiva, se repetía esta operación hasta que la señal llegaba a la fortaleza. Simultáneamente, un jinete partía de la torre en cuestión hacia la fortaleza para alertar sobre la situación.

La Torre del Cascante ha sido declarada como Bien de Interés Cultural, lo que subraya su importancia histórica y arquitectónica en la región.

Este monumento, con su pasado vinculado a la estrategia de vigilancia en la frontera, sigue siendo un testimonio valioso de la historia de la provincia de Jaén.

Acceso

Propiedad privada, no es accesible.

Fotos del Torre del Cascante