Francisco de los Cobos y Molina

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Personajes Históricos

Francisco de los Cobos y Molina, nacido en Úbeda en 1477, fue una de las personalidades más influyentes y poderosas del siglo XVI, dentro y fuera de la corona española.

A lo largo de su vida, de los Cobos ha desempeñado cargos como Caballero de la Orden de Santiago, Comendador Mayor de León, Contador Mayor de Castilla y adelantado de Cazorla; sin olvidar su importante puesto al lado de Carlos I, como secretario oficial del Estado, y señor de los municipios de Sabiote, Recena, Jimena, Torres, Canena y Velliza, en la provincia de Jaén, donde fue muy querido y adorado por el pueblo.

Biografía

Francisco de los Cobos y Molina nació en el seno de una familia noble. Hijo de Diego de los Cobos, regente de la ciudad de Úbeda, y de Catalina de Molina, de familia noble y con buenos contactos entre la nobleza de la época. De los Cobos experimentó a lo largo de su vida un crecimiento político, personal y económico que lo catapultaron a ser una de las personas más influyentes.

Sus primeros pasos en su carrera profesional se dieron como ayudante del despacho de su tío Diego Vela y Vedma, el cual era secretario de la reina Isabel I de Castilla, más conocida como Isabel La Católica. Fue la primera vez que de los Cobos se acercaba por primera vez a la burocracia del imperio, siendo realmente joven.

De ser ayudante de secretario a decano de los secretarios de la reina. Hernando de Zafra, bien posicionado en la sociedad del momento, le ayuda en el camino de la administración, consiguiendo ser nombrado escribano de cámara en 1503.

Cuando muere Zafra, pasa a trabajar con Lope de Conchillos, secretario real, y con el que comienza el ascenso de su carrera política. De esta forma, gracias a los contactos y a su buena labor, lo nombran Contador Mayor de Granada en 1508, a la vez que se proclama Regidor de Úbeda. En 1510, es el mismo rey Fernando el Católica quien lo nombra encargado de concesiones, pagos y mercedes, Regidor de Granada (1511) y escribano del crimen en Úbeda en 1513.

Cuando muere Fernando El Católico, Francisco de los Cobos y Molina decide viajar a Flandes para ganarse la confianza de Carlos I, el nuevo monarca de España. Ese viaje fue un éxito rotundo y le valió para ser nombrado secretario del rey en 1516. Solo tres años más tarde, en 1519, adquiere el hábito de la Orden Militar de Santiago. En 1529, de los Cobos fue nombrado Comendador Mayor de León para la Orden; el máximo cargo que podía ocupar en ella (no olvidemos que era hidalgo, estaba por debajo de la nobleza).

En 1520, y gracias a los sucesivos viajes que realizaba con el monarca Carlos I a Flandes y Alemania, se consagra como el mejor asesor en cuestiones españoles ante el rey, siendo nombrado miembro del Consejo Real en 1522.

En 1528, su nombramiento como consejero y secretario del Consejo de Estado hacen que Francisco de los Cobos y Molina alcance el cenit de su carrera política. De esta forma, se convierte en un imprescindible en política, tanto nacional como internacional.

Riqueza y Patrimonio

Francisco de los Cobos y Molina tenía un innegable afán de acumular riqueza y títulos nobiliarios. Fue este afán el que le llevó a comprar las villas de Sabiote en 1537 y de Torres en 1538 con unos privilegios y potestades ventajosas, como desmembrar territorios y jurisdicciones, pudiendo vender porciones de los mismos.

El ser señor de varios municipios de Jaén, lo llevó a buscar formas de marcar su legado para la posteridad. A través de la arquitectura, y con la ayuda del arquitecto Andrés de Vandelvira, Francisco de los Cobos y Molina inició una serie de proyectos que dieran a conocer su riqueza e influencia en la sociedad de la época. Estos edificios albergaban en su interior algunas de las obras de arte más valiosas de la colección de Francisco.

Además de su lucha por el poder y la consecución de su patrimonio artístico, de los Cobos consigue la explotación salinera de Nicaragua y los yacimientos y explotaciones mineras de Azuaga, Toledo, Vera, Cartagena, Lorca y Navarra; extendiendo su influencia por todo el panorama nacional.

Su salario como secretario real, la renta de arrendamiento y explotación de sus señoríos, latifundios agrícolas, encomiendas y oficios y cargos públicos no fueron suficientes para que Carlos I le diera la potestad para percibir los tributos sobre el abastecimiento de carnes en su ciudad natal, Úbeda, y sobre el tabaco en toda Andalucía.

En sus últimos años de vida, Francisco de los Cobos y Molina estaba empezando a enfrentarse a dificultades económicas derivadas de las guerras europeas en las que se veían envueltos, dada la política bélica del emperador. Finalmente, de los Cobos fallece en Úbeda el 10 de mayo de 1547.

Mecenas y coleccionista

Una faceta que debemos destacar de Francisco de los Cobos y Molina es su apoyo al arte. A pesar de que no existía una verdadera devoción artística, la auténtica pasión de los Cobos era acumular obras valiosas, influido por la sociedad italiana.

En su primer viaje a Italia, en 1522, descubre el movimiento renacentista; el cual intentará plasmar en toda la arquitectura de Jaén. En la actualidad, Úbeda está reconocida como Patrimonio de la Humanidad por ser una joya del Renacimiento.

Volviendo al viaje italiano de 1522, de los Cobos conoce al artista Tiziano, con quien inicia una verdadera y bonita amistad. Diez años más tarde, en 1532, y gracias a un encuentro entre los dos amigos, surge la idea del cuadro de Carlos V con perro. Es gracias a este cuadro por el que Tiziano es nombrado Caballero de la Escuela de Oro y onde Palatino.  

Tal era la fama de Francisco de los Cobos y Molina que, desde 1521, no deja de recibir numerosos regalos y obsequios que, unidos a su extenso patrimonio, confirmarán una impresionante colección artística. Entre su colección, en la actualidad perdida en su mayoría, se podían encontrar retratos de miembros de casas reales europeas, así como retratos de los antepasados de su esposa, como Diego de Mendoza (miembro de una de las familias más ilustres del momento) y Pedro González de Mendoza (noble, poeta y militar).

Incluso, una serie de pinturas del Consejo Municipal de Lucca y el famoso cuadro Piedad de Úbeda, pintado por Sebastiano del Piambo y elogiado por el mismísimo Miguel Ángel, pertenecían a la exclusiva colección de arte de Francisco de los Cobos y Molina. Además, incluía otros objetos exóticos de las Américas, siendo obsequios de Hernán Cortés y Pizarro.

Tras la muerte de Francisco de los Cobos y Molina, en 1547, se realizan en varias ocasiones inventarios de la colección de arte para calificar y cuantificar los bienes pertenecientes a la Sacra Capilla del Salvador, en la Iglesia de Úbeda.


Proyecto coordinado por:

Asociación para el Desarrollo Rural de la Comarca de El Condado de Jaén Asociación para el Desarrollo Rural de la Sierra Sur de Jaén Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Segura Asociación para el Desarrollo Rural de la Sierra Mágina Asociación para el Desarrollo Socioeconómico de la Loma y las Villas Asociación para el Desarrollo Rural de la Campiña Norte de Jaén Asociación para el Desarrollo Rural Sierra de Cazorla
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