Castillo de Pallarés

Introducción

Castellar se encuentra estratégicamente ubicado entre las estribaciones orientales de Sierra Morena y las aguas del río Guadalimar, que son alimentadas por los afluentes Dañador y Montizón.

El castillo de Pallarés, conocido con este nombre debido a que en 1379 Enrique III otorgó el título de Conde de Pallars a don Men Rodríguez de Benavides, quien era el propietario del castillo.

De las defensas medievales que alguna vez protegieron el castillo de Pallarés, solo sobrevive una hermosa torre del homenaje de planta cuadrada.

Esta torre se encuentra parcialmente rodeada por los edificios que la rodean en la actualidad. Además, algunos vestigios de murallas también persisten, aunque en menor medida.

Aunque el castillo de Pallarés puede haber perdido gran parte de su estructura original a lo largo de los años, su historia y legado siguen siendo una parte importante del patrimonio de Castellar y de la provincia de Jaén.

Datos Históricos

El Castillo de Pallarés tiene sus raíces en tiempos muy antiguos, ya que se erige sobre ruinas preexistentes que datan de la época visigoda y árabe.

Estas estructuras también estaban fortificadas y se mencionan en la Crónica de Fernando III, donde se enumeran las conquistas de 1225, que incluyen Chiclana, Sorihuela, Santisteban y Castellar.

La construcción del castillo tal como lo conocemos hoy en día se atribuye a Don Men Rodríguez de Benavides, quien obtuvo el privilegio real del rey Enrique II en 1371.

El castillo se sitúa estratégicamente en el punto de convergencia de los caminos de Santisteban y de la cañada de San Blas, que eran las principales vías de comunicación en el sur y oeste de la región en ese momento.

Además, se encuentra en la zona más elevada de la región, lo que lo convertía en un punto defensivo crucial para proteger el pueblo de Castellar en esas direcciones.

En 1379, Enrique III otorgó a Don Men Rodríguez de Benavides el título de Conde de Pallars como reconocimiento a su apoyo en la lucha por el trono de Castilla contra su hermano Pedro I el Cruel.

En el siglo XVI, se construyó el palacio ducal de Medinaceli en el patio que rodea la torre del homenaje del castillo. Este palacio refleja las características arquitectónicas del Renacimiento.

En la actualidad, el palacio ha sido adaptado para albergar las dependencias del Ayuntamiento, mientras que la torre del homenaje alberga el Museo de Arte Ibérico de Castellar.

El Castillo de Pallarés, con su rico trasfondo histórico y su fusión de estilos arquitectónicos, sigue siendo un punto de interés cultural y patrimonial en Castellar y la provincia de Jaén.

El castillo

De la antigua fortaleza de Pallarés, lo que perdura es su torre del homenaje, la cual ha sido restaurada con esmero, así como algunos vestigios de sus murallas.

Estas murallas tienen una forma pentagonal, con la torre del homenaje ubicada cerca de la zona sur y oeste de la muralla, lo que facilitaba su función de vigilancia estratégica.

La torre del homenaje, de planta cuadrada, consta de tres plantas.

La planta baja está cubierta por una bóveda falsa, creada mediante la superposición de hiladas de mampostería, que descansa sobre un amplio arco ojival.

La cubierta de la segunda planta está formada por una bóveda de piedra con intradós cilíndrico y una parte plana en el exterior, que sirve como base para la azotea. Desde esta segunda planta, se accede a la azotea a través de una escalera empotrada en el muro, un diseño característico de las construcciones medievales.

Aunque todas las almenas originales han desaparecido, se pueden observar restos de canales de teja a nivel del piso de la azotea, así como una de las gárgolas utilizadas a partir del siglo XII.

Esto sugiere que la torre del homenaje fue construida a lo largo de varios siglos, adaptándose a las necesidades cambiantes de la fortaleza.

En la planta baja de la torre, se encuentra un pozo y una galería que servía como una vía de escape en caso de asedio. Estos elementos funcionales son testigos de la importancia estratégica del castillo de Pallarés en su época.

La torre del homenaje y sus murallas, con su combinación de elementos arquitectónicos y su historia fascinante, son un testimonio valioso del patrimonio cultural y militar de la región.

Acceso

La torre del homenaje es visitable de manera libre como parte del Museo de Arte Ibérico.

Fotos del Castillo de Pallarés